Es un tablero dotado de letras y números con el que supuestamente se puede entablar contacto con los espíritus de los difuntos.
Es muy similar al juego de la copa, en el que se coloca una copa boca
abajo rodeada por las letras del alfabeto y los participantes colocan el
dedo índice en la base de la misma.
La Ouija se popularizó de verdad de la mano de la moda espiritista
que se extendió por todo Occidente hacia finales del siglo XIX. Adquirió
tal fama que muchas personas comenzaron a celebrar sesiones organizadas
de espiritismo, donde se preguntaba a los espíritus y las respuestas
eran contestadas mediante una serie de golpes o sacudidas. Se cuenta,
por ejemplo, que Mary Todd Lincoln, esposa del Presidente de los Estados
Unidos Abraham Lincoln, celebró sesiones en la misma Casa Blanca de
forma regular para comunicarse con sus hijos fallecidos.
Por
entonces los métodos de adivinación incluían el balanceo de un péndulo
sobre una placa que tenía letras alrededor del borde o el uso de una
tabla entera para indicar las letras dibujadas en el suelo. En 1890 los
empresarios Elijah Bond y Charles Kennard patentaron una tabla con el
alfabeto escrito, inventando así la tabla Ouija que se conoce en la
actualidad.